miércoles, 29 de julio de 2009

to fly, to fly,to fly

Y no es así. Desperté y soñé que tenía alas (sueños que nadie lo ha pensado por cierto), pero yo tenía las alas más grandes del mundo (solo para ganarle a cada lector que ha soñado esto, y ahora él por ese afán humano de ser el mejor se imaginará una montaña ¡él arriba!... en la punta y con alas de dinosaurio, dos y súper gigantes). Me gustaba salir a pasear por paseo ahumada y ver los asaltos, los empujones, los silencios y los gritos que me envolvía desde el aire. Me encantaba pasar por al lado del metro y sentir ese dulce abrazo de viento que te enrolla cuando pasa por tu lado (ahora tu lector imagínate esperando el metro con las misma alas de dinosaurio en la estación los héroes). Yo volaba, yo volaba, yo volaba... yo yo yo, yo volaba solo.


Ahora con una gran capacidad mental intenta encontrarle sentido a esto, créeme que lo tiene... bien profundo, pero lo tiene. Claro casi ni se nota, pero lo tiene.